EL ALEVIN DE FRANCO

José Cubero Luna

Ed. Alféizar

El 13 de febrero de 2013 recibí un correo electrónico de José Cubero Luna, en el que me preguntaba que, tras haber localizado en internet alguien con mi apellido, si yo podía haber sido compañero suyo en la Escuela Graduada “García Alix” de Murcia; como realmente así había sido, dio lugar a reiniciar aquella relación, infantil, interrumpida desde mediados de los años cincuenta, y a conocer la actividad literaria y pictórica de Pepe Cubero. Esto contradice lo que habla de que en su familia se crecía en geografía pero no en raíces, pues, al menos él, tiene un recuerdo y un enraizamiento de lo más exhaustivo de donde ha vivido: las personas los sitios, las costumbres, las actitudes, etc., y así lo va compartiendo en su actitud y las diferentes novelas que va publicando o en espera de ello, y conformando sus “memorias” tanto reales como de ficción, pero tomando como referencia su entorno y hacer, enriquecido por su condición de apátrida, como él se define, así tenemos además de El Alevín de Franco, Las Memorias de un Niño Murciano o El Archivo, y alguna más en espera de ver la luz.
Pepe Cubero, según nos cuenta, tuvo una especial inclinación a la Literatura, no solo a la lectura, sino a plasmar sus sentimientos y recuerdos en diferentes obras, tanto en prosa como en poesía, y a la expresión gráfica, pintura y dibujo, de la que tiene muy buenos resultados.
El Alevín de Franco, corresponde al período de la adolescencia y juventud, finales de los cincuenta y principio de los sesenta, además de una nueva estancia en Córdoba, debido al destino de su padre a esta localidad. Como Pepe Cubero acostumbra en sus novelas, los protagonistas, además de él mismo y su familia, son sus amigos, allegados, personajes singulares de la localidad o que aparecen por la circunstancia que concurran en el relato, la ciudad con sus rincones, sitios, espacios y edificios singulares. Todo un escenario, que por la época a la que corresponde, podría ser recogido en una de aquellas películas provincianas neorrealistas, en blanco y negro de la España de los 60. 
No sé porqué le ha puesto ese título, que puede inducir a un panfleto en el que se ensalzan los valores de la dictadura franquista, puesto que es meramente temporal, y lo que sí se cuenta es cómo era la España de ese período, Córdoba y sus habitantes, la familia militar, en sentido amplio, no centrada solo en la suya propia, y principalmente la vida de un jovenzuelo, perteneciente a esa familia, del que la intención de su padre es que siga la carrera militar, que a él no le gusta.
Todo se centra en diferentes relatos de circunstancias del desarrollo de este período de la vida del protagonista principal, sus relaciones familiares, de amistad, estudios para conseguir aprobar la reválida, el Servicio Militar voluntario a los 16 años, y toda una serie de vivencias juveniles, en las que hay destacar las relación con el mundo de la literatura, incluida la aparición de la casa de Góngora, y por otro lado las de tipo amoroso y de sexualidad juvenil, además de la aportación de su aptitud ante alguno de los temas tratados. Todo ello con una prosa fluida y muy agradable de leer, tanto para el que conozca esa época, en la que podrá reconocerla, como el que quiera saber cómo era, desde luego muy distinta a la de ahora…

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