Y
TAMBIÉN SE VIVIÍA
José
Alberto Sáez de Haro
Así
titula Jesús López García (Caravaca de la Cruz, 1956), el trabajo realizado
sobre el territorio que comprende parte del noroeste de la Región de Murcia y aledaños,
extendidos a las provincias limítrofes de Albacete, Granada y Almería, que los
lugares no entienden de líneas divisorias de provincias, pero sí de
idiosincrasia y de identidad, y esto es lo que cuenta Jesús en su libro: cómo
son esos territorios y sus habitantes, y evolución de unos y otros, tanto en lo
físico, como en su comportamiento. Su lectura me recordó la de Peñas arriba de José María de Pereda,
que hice tras visitar los paisajes cántabros, y a veces leyendo en la orilla de
la playa con un horizonte sin fin…
Jesús
López, desde su doble condición de geógrafo e historiador, nos hace el relato
contándonos cómo es el territorio, ese paisaje sin fin, como el mar, pero que
hace millones de años, presionado y trasladado, dio lugar a ese inmenso
escaparate de formaciones geológicas de casi todo tipo, y su vegetación, fauna,
población, rutas, etc., que con minucioso detalle va describiendo, haciendo
gala de un amplio vocabulario y conocimiento, junto a su compañero Prudencio, y
prudente, no habla, aunque a veces enfada a Jesús, con el que lo termina entonando
unas canciones de Ánimas, acompañados de sendos instrumentos de cuerda, como si
de un responso-miserere se tratara.
Pero
el espacio necesita del tiempo para ser comprendido, y ahí aporta su formación
de historiador, en el que las fuentes que maneja son los propios habitantes de
lugar, y utilizando a una familia de arrieros como protagonistas en la
narración, los de la familia de Secundino, su hijo Genaro y demás componentes,
va contando sus vivencias y peripecias, desde lo que abarca la memoria que no
va más allá de la Guerra Civil de 1936. Ese relato contiene, todo,
absolutamente todo, lo que pudieron vivir y cómo los habitantes del lugar,
hasta lo que llamamos nuestros días.
Los conocimientos étnicos y vivenciales, de fuentes de viva voz y propios de
autor, hacen de este relato una auténtica enciclopedia de modo de vida,
idiosincrasia, costumbres, en resumen las señas
de identidad del lugar y sus habitantes. Su degeneración y extinción,
materializada en la situación ruinosa de caseríos y cortijos, transformación de
cultivos, sobreexplotación, y en último extremo su despoblación, justifican
esos cánticos de Ánimas a que me refería antes.
Aunque
no lo he tratado mucho, he tenido la oportunidad de haber tenido alguna
conversación y encuentros con Jesús López. La lectura del libro es la viva
imagen de su forma de expresarse, es como si lo estuvieras oyendo, con esas
expresiones, entonación y comentarios propios, a través de los que trascienden
sus emociones y sentimientos sobre lo que está contando, esto y la forma en que
está configurado el libro, estoy seguro que lo puede incluir como una
importante obra literaria de las surgidas de autores caravaqueños, aquellos
que, como los escritores de Molina del Segura que se denominan de la Orden del Meteorito, puede que también
fueran influenciados por la capa negra de
la lluvia meteórica del Barranco del
Gredero de Caravaca para su inspiración.
El
libro está presentado en una muy cuidada edición de la editorial Gollarin, ilustrado con unos más que
adecuados dibujos a lápiz de Pascual Adolfo López Salueña (que siempre que veo
su nombre me recuerda a su padre el
pintor de la noche), y con un video en DVD de reportaje fotográfico de los
lugares, y especialmente de la grabación de manifestaciones de antiguos habitante
de los lugares referidos, las fuentes
orales, y banda sonora de música de cuadrillas. En uno de las fotos podemos
ver a Jesús López, como si tratara de un cameo
de Hitchcock, acompañado de otros Animeros de Caravaca.
Recomiendo
para la lectura tener próximo un diccionario de la RAE, el Vocabulario del Noroeste murciano del Religioso Franciscano
Francisco, google, y especialmente las hojas de mapas del noroeste murciano y
alrededores, del Instituto Geográfico Nacional, así como el GoogleMap, por el
que nos vamos a estar desplazando continuamente.
Mi
agradecimiento y enhorabuena a Jesús López García y a la editorial Gollarin,
por habernos permitido conocer esta información a todos, y especialmente a los que
hemos nacido en Caravaca de la Cruz y su entorno, que podemos ampliar nuestras
señas de identidad.
Murcia,
12 de marzo de 2018
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