EL LADRÓN PIADOSO
Felipe Julián
Hernández Lorca
Ed. Círculo
Rojo
He terminado de leer “El
Ladrón Piadoso”, de Felipe Julián Hernández Lorca; me gustan los libros que
tratan de temas que me son próximos. Este tiene como tema principal el robo de
las joyas de la Virgen de la Fuensanta, Patrona de Murcia, en el museo de la
Catedral, la noche del 7 al 8 de enero de 1977.
Los robos de objetos
u obras de arte relacionados con la religión y el culto sagrado suelen
producirse con frecuencia, tanto por su valor material como espiritual.
El tema de la
sustracción de estos objetos es abordado en muchas obras literarias, y en el
caso de la diócesis de Cartagena destacan las publicaciones sobre el robo de la
Cruz de Caravaca, en 1934, del que, por cierto, mi padre hizo el reportaje,
como corresponsal del diario AHORA de Madrid, y el de los objetos de la Virgen
de la Fuensanta, sobre el que, además del que nos ocupa, Julia Fernández
Conejero, lo trató en la obra “Robo en la Catedral” de 2018. El
desarrollo de estas obras se aborda desde diferentes formas que van desde el
más puro estilo novelístico de ficción, hasta alguna de las del suceso de
Caravaca de la Cruz, en las que se utiliza el auto judicial como base de todo
el desarrollo.
El título de la obra
de Felipe Julián ya da una pista, en cuanto que en él podría haber referencia a los robos cometidos
de objetos religiosos, cuyo fin especial era lucrarse, los que las sustraían,
del interés por la posesión de los mismas de aquellas personas “piadosas” cuyas
creencias religiosas les atraía poder disfrutar de ellas, y de ahí surgen una
serie de personajes desde los propios que las sustraen, profesionalizados en la
sustracción y comercialización del botín, centros de venta como las casas de
subastas, más o menos legales, y los compradores.
No es la novela un
ejemplo de novela policiaca al uso, ya que más que el proceso de investigación
y búsqueda del botín y los responsables, el contenido se centra más en la
casuística y todo lo que hay alrededor del robo de arte religioso. Todo ello
acompañado de un perfecto oficio de periodismo como el que posee el autor.
Hay un recorrido por
la sociedad de las diferentes épocas, la de la coronación de la Virgen, la del
robo, la posterior, y en todos sus ámbitos, con una profunda fotografía de los
diferentes medios como la Iglesia, sociedad civil, Universidad, a través de la
investigación académica, que alcanza hasta el Vaticano, y un singular recorrido
sobre instalaciones de hostelería, de unas características especiales como las
de contar con una decoración en la que, también, se utilizaban objetos de arte
religioso en la decoración, con lo que nos recuerda a los lectores que pudimos
visitarlas, aquellas instalaciones en las que pasamos agradables estancias.
En todo el contenido
se utiliza un fino rigor, mezclando ficción y realidad y, lo que es más
importante para mí, va conduciendo al lector por un recorrido en el que más que
la tensión típica del género va conformando una serie amplísima de
conocimientos sobre el tema, que son capaces de producir los sentimientos que
se le piden a una buena lectura.
Gracias y enhorabuena
por esta obra, Felipe Julián.
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