LA IMAGEN
JESÚS PERONA
ED. CONTRACORRIENTE, 2019
Tenemos en esta obra a un doctor en Historia del Arte, Jesús Perona, transcribiendo la faceta de la función social de la obra artística, entendiendo esta como la que se manifiesta en forma de escultura, principalmente, aunque también tiene su protagonismo lo que entendemos como patrimonio arquitectónico, esto es, la obra arquitectónica perteneciente a alguna época en la que las aportaciones artísticas en su construcción la alejan de lo que podemos entender como mera edificación.
Toda la historia, por que la hay, transcurre en una localidad de origen rural, en la costa española y los protagonistas y figurantes son sus habitantes, nativos del lugar, con la excepción del protagonista principal un alemán indefinido y una joven que prepara oposiciones.
A mi entender la tesis de la obra es la de cómo puede incidir una obra artística, en este caso la imagen de un Cristo crucificado, en el devenir de una pequeña localidad, en la que aparece de forma desconocida, en la vida social que abarca desde la política hasta la religión pasando por lo cotidiano.
Esta imagen escultórica, le da pie a Jesús Perona para adentrarse en sus características artísticas, en una breve pero docta exposición sobre la escultura barroca andaluza, lo que se agradece por la información técnica que aporta al lector.
Hay un mensaje sobre la práctica religiosa, basada principalmente en la de los desfiles procesionales de Semana Santa, ya que es el tiempo en que transcurre la historia, en las primeras décadas del siglo XXI, o sea de plena actualidad.
Los avatares de la política están expuestos con toda la crudeza con los que transcurren cotidianamente: la defensa de los intereses particulares, disfrazados de defensa de intereses generales, la prevaricación y la especulación inmobiliaria…
También se trata el tema de la conservación del patrimonio arquitectónico, con toda su problemática.
Todas estas ideas generales, y alguna más, le dan contenido a esta novela, y se cuenta a través de los propios protagonistas, con muy poca narración lateral, y es en la presentación de estos donde Jesús Perona entra en análisis del comportamiento humano, especialmente en estas localidades donde todo el mundo se conoce y, cuyo ambiente, también conoce muy bien Jesús.
Opta por un curioso protagonista principal, Matthias, de nacionalidad alemana dedicado a sus negocios, que visita el pueblo de vacaciones buscando tranquilidad, y que sirve como elemento vertebrador o comodín, de todos los demás protagonistas, con los que actúa como interlocutor para ir tejiendo la historia que se cuenta, en la que insisto que lo que más me interesa es la tesis principal.
Y por cierto, he recordado, aunque no tiene nada que ver una con la otra historia, la del Ecce Homo de Borja…
¡Cómo me gusta leer historias hechas por aquellas personas que conozco!, las encuentro como si mantuviéramos una conversación.
Por supuesto recomiendo su lectura, ¡y tiene hasta su intriga!, claro como toda historia cuyo fin es contar algo para atraer al lector, y sugerir que todo no es lo que parece…
JOSÉ ALBERTO SÁEZ DE HARO

JULIO, 2019

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